Ambito Financiero, 2 de abril de 2008
Apuntes de Neustadt
Oligarquía: «Conjunto de algunos poderosos que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio». (Diccionario de la Real Academia Española.)
CARTA CERRADA
A la señora del rencor indefinido:
Emocionante. Llegar en helicóptero y, abajo, «su pueblo», esperándola. ¿Alguna vez lo soñó? Una monarca es la que puede poner retenciones sin Parlamento. Les ganó a Perón y a Evita juntos. Qué placer ver el desfile de micros. Cerca suyo, «Luisito» D'Elía, impecable. En la ruta, convicciones; en la plaza, extras pagos.
Le confieso que tuve miedo cuando empezó el discurso: «Vienen a defender al pueblo argentino». ¿Quién lo ataca, me pregunté?
Evoqué los incendios de iglesias, del Jockey, del diario «La Prensa». El 5x1 resonó más que nunca. Perdóneme. Me asustó mucho. Su voz y su cara. ¡Qué contradictoria es usted! Tras la alarma, pidió alegría.
Acusó a los periodistas de racistas, ¿o entendí mal?
Invitó al rencor y pidió el reencuentro. El Néstor la aplaudía. ¡Qué lindo que la gente se quiera! ¿La cuota de discurso ya terminó?
Le agradezco tanto: por usted aprendí lo que es el campo. Cuánto produce. Lástima: los irritó.
La historia está pariendo: los muchachos del corte son jóvenes con computadoras. Más puros, porque vienen de la tierra. Por ahí sale nuestra nueva clase política. Ruralistas urbanos. Saben de tecnología, hablan con Chicago. No doblan el lomo como sus padres. Fabrico una nueva esperanza. Estos cortes y los cacerolazos se consiguen sin pagar. ¿Usted se dio cuenta?
Soy liberal. ¡Más que nunca!: viéndolos gobernar,me convencieron para siempre. Gracias. Nunca un liberal ganó una elección. Así que no nos eche la culpa. En estos 25 años presidieron el país: Alfonsín, Menem, De la Rúa, Puerta, Rodríguez Saá, Duhalde, su dignísimo esposo y usted. Radicales y peronistas. La Argentina, demacrada.
Nueve millones de votos sobre 40 millones de argentinos. ¿De qué legitimidad habla?
Su esposo, con sólo dos millones de votos, y perdiendo con el «miserable» Menem, se hizo dueño de todo el poder.
¿Qué siente cuando ve a Hillary Clinton y a Obama recorriendo todos los Estados Unidos, con debates intensísimos, para suplicar el voto del pueblo?
En un cuarto, usted le dijo: «¡Sí!» y su esposo la proclamó. ¡Carrera fácil!
No abuse de los mansos.
Si le gusta abrir tumbas, abra todas, no algunas.
No olvide que agredió a mujeres del campo que viven en casitas muy humildes. Son ellas las que le prestan la residencia de Olivos para que duerma plácidamente. Ah, y helicóptero para ir a trabajar; 7.400 dólares por día. Usted se pagó el viaje, 3.700 dólares de rentas generaleso, si prefiere, civiles. ¿En la Universidad de La Plata no enseñan humildad?
Me muestra un país en el mundo que ponga retenciones, y yo le exhibo los que subsidian al campo en Europa.
Qué mal queda usted en televisión con D'Elía y Moyano atrás: prefiero las «edecanas».
¿En su corazón lleva 35 años de odio contra el campo? Avíseme para exiliarme. El suicidio va contra mi religión.
Se pone la mano en el corazón cuando canta el Himno Nacional. Me sorprendió. ¿Se copia de los «horribles» norteamericanos? ¿Por qué ama tanto el conflicto? Me reí cuando dijo «que la Argentina brillaba por su calidad institucional».
Un gobierno «regresista», aprovechando estos vientos de «bonanza», hubiera hecho un país como el de 1900.
¿Le molestan los cortes de ruta del campo? A cientos de miles de argentinos les cortaron vida y paciencia sin poder ir a Uruguay por los puentes. ¿Usted dijo algo? ¿Le agradaba que Moyano con sus camiones impidiera el acceso a los supermercados? ¿O que D'Elía tomara Shell o una comisaría? ¿Qué le parece lo que dijo?: «Yo tengo un odio visceral por la puta oligarquía. Odio el norte de la Ciudad, los blancos. ¿Le dio letra? Entonces, como dice Fernando Peña: «Cuídese, porque usted es blanca».
¿Están formando un partido único para los próximos 40 años y seguir eligiendo a dedo la sucesión presidencial?
Señora, ¿los cientos de muertos por el terrorismo del 70 al 76 estaban bien asesinados? ¿Autores?: sus «compañeritos» jóvenes idealistas.
¿Le parece bien que Martín Lousteau se haya ido con su novia a Buzios, en medio del conflicto? Sabe cómo lo silbaron en el avión. ¿Pecado de juventud?
¿Presiente el agravio en que incurrió llamando «yuyito» a la soja?: 20 años de estudios genéticos para alcanzar «esa hierba» que al exportarla les permite a usted y a su señor hablar de superávit fiscal. ¿Hay plata todavía? ¿O ya se la gastaron? Total, no rinden cuentas.
Nadie muere hasta que es olvidado. La historia no los va a tratar bien porque inventaron una lucha fraticida: pobres contra pobres.
- Los pequeños productores y sus familias son pobres: 452.000.
- Los camioneros, aunque ganan bien, y el Hugo es estanciero, son pobres.
- Los gendarmes que manda a combatir son pobres.
- Los muchachos de la Prefectura son pobres. Comete usted un pecado mortal al obligarlos a enfrentarse.
Cuánta ternura pone en regalarle a su hija, Florencia, de 17 años, un Mini Cooper de 40.000 dólares. A los 20, ¿le regalará una Ferrari? ¿Plata de las retenciones, de Santa Cruz, o son muy ahorrativos? Ya sé que usted trabaja para los pobres: pero como diría Vito Corleone: «Primero la familia».
Señora, cuánta pasión en demonizar a las Fuerzas Armadas, a la Iglesia, al campo, a la oposición, al pasado. Quiere meter en la cabeza «que por este paro del campo nadie va a poder comer». Usted empezó con las retenciones móviles.
Me descoloca: ¿ser mujer en la Argentina es una enorme dificultad? ¿Es usted una mujer golpeada? ¿Inventa ahora una lucha de géneros?Perdón, ¿cómo llegó a ser presidenta de la Nación? ¿Favor marital, un solo hombre bueno?
Le conviene que siga el corte, ¿no? Así, la víctima es victimario.
No tengo campo señora, nunca lo tuve. Si yo fuera amigo de los dirigentes rurales, transformaría el paro en ninguna inversión por un año. Aproveche para «expropiarlos».
Maldito sea, me vino a la memoria « Maquinita» López, gana un millón de dólares por día con los tragamonedas, hasta 1932. Ahí sí que les gustó el largo plazo, ¿no? ¿No se les ocurrió poner retenciones a las «benditas maquinitas»?
Ahora le sacan las retenciones al trigo. Tarde: ya se vendieron 15 millones de toneladas con ese «modelo confiscatorio». Queda un millón por vender. Gracias por su caridad.
Tranquilíceme: ¿dentro de 10 años la Argentina será Chile, Suecia, Australia, o Venezuela o Cuba?
¿Dónde están los 800.000 dólares de la valija venezolana? ¿Eran para usted o tengo que esperar a la jueza norteamericana?
¿No la canso? ¿Me podría decir si es verdad que en estas confiscaciones, perdón, retenciones, las provincias aportarán 10.200 millones de dólares, sí, dólares, y que ni un verde de esa recaudación se distribuirá automáticamente a ninguno de esos gobiernos?
Señora, somos un país federal, entregue la «caja». Su compañero de banca, y queridísimo amigo, el millonario aceitero, Roberto Urquía, está en contra. Le pidió que termine con las retenciones. ¿Ya lo tiene en la lista de enemigos?
¿Sabe que sólo un Congreso puede crear impuestos?
Usted, que combate tanto a los evasores, ¿está inscripta en la AFIP como monotributista? No me lo niegue; tengo la copia.
¡Qué vergüenza, presidenta!: en Roma, Berlusconi acaba de anunciar que en la Argentina fabricaron 150.000 sobres de más para las elecciones del domingo. Hasta a los italianos les queremos meter la mula.
Señora «Pristina» Fernández de Kirchner, quédese con las retenciones, devuélvanos la República. En la República, no hay retenciones.
Bernardo Neustadt
Posdata: El Grupo Quebracho intentó agredir a Mario Vargas Llosa en Rosario. José María Aznar, que también estaba en la Fundación Libertad, me preguntó irónicamente: «¿Así viven aquí?».
El gran escritor peruano nos contó: «Tenía que dar una conferencia en Nueva Zelanda y, cuando me dirigía al salón, vi una multitud que hacía cola. Casi me emocioné. Entré y había mitad de sala. Pregunté por la gente que estaba afuera:
-Están comprando la edición del Presupuesto nacional que se votó ayer en el Parlamento.
-V.Ll: Y para qué? -Para ver si lo cumplen».
Apuntes de Neustadt
Oligarquía: «Conjunto de algunos poderosos que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio». (Diccionario de la Real Academia Española.)
CARTA CERRADA
A la señora del rencor indefinido:
Emocionante. Llegar en helicóptero y, abajo, «su pueblo», esperándola. ¿Alguna vez lo soñó? Una monarca es la que puede poner retenciones sin Parlamento. Les ganó a Perón y a Evita juntos. Qué placer ver el desfile de micros. Cerca suyo, «Luisito» D'Elía, impecable. En la ruta, convicciones; en la plaza, extras pagos.
Le confieso que tuve miedo cuando empezó el discurso: «Vienen a defender al pueblo argentino». ¿Quién lo ataca, me pregunté?
Evoqué los incendios de iglesias, del Jockey, del diario «La Prensa». El 5x1 resonó más que nunca. Perdóneme. Me asustó mucho. Su voz y su cara. ¡Qué contradictoria es usted! Tras la alarma, pidió alegría.
Acusó a los periodistas de racistas, ¿o entendí mal?
Invitó al rencor y pidió el reencuentro. El Néstor la aplaudía. ¡Qué lindo que la gente se quiera! ¿La cuota de discurso ya terminó?
Le agradezco tanto: por usted aprendí lo que es el campo. Cuánto produce. Lástima: los irritó.
La historia está pariendo: los muchachos del corte son jóvenes con computadoras. Más puros, porque vienen de la tierra. Por ahí sale nuestra nueva clase política. Ruralistas urbanos. Saben de tecnología, hablan con Chicago. No doblan el lomo como sus padres. Fabrico una nueva esperanza. Estos cortes y los cacerolazos se consiguen sin pagar. ¿Usted se dio cuenta?
Soy liberal. ¡Más que nunca!: viéndolos gobernar,me convencieron para siempre. Gracias. Nunca un liberal ganó una elección. Así que no nos eche la culpa. En estos 25 años presidieron el país: Alfonsín, Menem, De la Rúa, Puerta, Rodríguez Saá, Duhalde, su dignísimo esposo y usted. Radicales y peronistas. La Argentina, demacrada.
Nueve millones de votos sobre 40 millones de argentinos. ¿De qué legitimidad habla?
Su esposo, con sólo dos millones de votos, y perdiendo con el «miserable» Menem, se hizo dueño de todo el poder.
¿Qué siente cuando ve a Hillary Clinton y a Obama recorriendo todos los Estados Unidos, con debates intensísimos, para suplicar el voto del pueblo?
En un cuarto, usted le dijo: «¡Sí!» y su esposo la proclamó. ¡Carrera fácil!
No abuse de los mansos.
Si le gusta abrir tumbas, abra todas, no algunas.
No olvide que agredió a mujeres del campo que viven en casitas muy humildes. Son ellas las que le prestan la residencia de Olivos para que duerma plácidamente. Ah, y helicóptero para ir a trabajar; 7.400 dólares por día. Usted se pagó el viaje, 3.700 dólares de rentas generaleso, si prefiere, civiles. ¿En la Universidad de La Plata no enseñan humildad?
Me muestra un país en el mundo que ponga retenciones, y yo le exhibo los que subsidian al campo en Europa.
Qué mal queda usted en televisión con D'Elía y Moyano atrás: prefiero las «edecanas».
¿En su corazón lleva 35 años de odio contra el campo? Avíseme para exiliarme. El suicidio va contra mi religión.
Se pone la mano en el corazón cuando canta el Himno Nacional. Me sorprendió. ¿Se copia de los «horribles» norteamericanos? ¿Por qué ama tanto el conflicto? Me reí cuando dijo «que la Argentina brillaba por su calidad institucional».
Un gobierno «regresista», aprovechando estos vientos de «bonanza», hubiera hecho un país como el de 1900.
¿Le molestan los cortes de ruta del campo? A cientos de miles de argentinos les cortaron vida y paciencia sin poder ir a Uruguay por los puentes. ¿Usted dijo algo? ¿Le agradaba que Moyano con sus camiones impidiera el acceso a los supermercados? ¿O que D'Elía tomara Shell o una comisaría? ¿Qué le parece lo que dijo?: «Yo tengo un odio visceral por la puta oligarquía. Odio el norte de la Ciudad, los blancos. ¿Le dio letra? Entonces, como dice Fernando Peña: «Cuídese, porque usted es blanca».
¿Están formando un partido único para los próximos 40 años y seguir eligiendo a dedo la sucesión presidencial?
Señora, ¿los cientos de muertos por el terrorismo del 70 al 76 estaban bien asesinados? ¿Autores?: sus «compañeritos» jóvenes idealistas.
¿Le parece bien que Martín Lousteau se haya ido con su novia a Buzios, en medio del conflicto? Sabe cómo lo silbaron en el avión. ¿Pecado de juventud?
¿Presiente el agravio en que incurrió llamando «yuyito» a la soja?: 20 años de estudios genéticos para alcanzar «esa hierba» que al exportarla les permite a usted y a su señor hablar de superávit fiscal. ¿Hay plata todavía? ¿O ya se la gastaron? Total, no rinden cuentas.
Nadie muere hasta que es olvidado. La historia no los va a tratar bien porque inventaron una lucha fraticida: pobres contra pobres.
- Los pequeños productores y sus familias son pobres: 452.000.
- Los camioneros, aunque ganan bien, y el Hugo es estanciero, son pobres.
- Los gendarmes que manda a combatir son pobres.
- Los muchachos de la Prefectura son pobres. Comete usted un pecado mortal al obligarlos a enfrentarse.
Cuánta ternura pone en regalarle a su hija, Florencia, de 17 años, un Mini Cooper de 40.000 dólares. A los 20, ¿le regalará una Ferrari? ¿Plata de las retenciones, de Santa Cruz, o son muy ahorrativos? Ya sé que usted trabaja para los pobres: pero como diría Vito Corleone: «Primero la familia».
Señora, cuánta pasión en demonizar a las Fuerzas Armadas, a la Iglesia, al campo, a la oposición, al pasado. Quiere meter en la cabeza «que por este paro del campo nadie va a poder comer». Usted empezó con las retenciones móviles.
Me descoloca: ¿ser mujer en la Argentina es una enorme dificultad? ¿Es usted una mujer golpeada? ¿Inventa ahora una lucha de géneros?Perdón, ¿cómo llegó a ser presidenta de la Nación? ¿Favor marital, un solo hombre bueno?
Le conviene que siga el corte, ¿no? Así, la víctima es victimario.
No tengo campo señora, nunca lo tuve. Si yo fuera amigo de los dirigentes rurales, transformaría el paro en ninguna inversión por un año. Aproveche para «expropiarlos».
Maldito sea, me vino a la memoria « Maquinita» López, gana un millón de dólares por día con los tragamonedas, hasta 1932. Ahí sí que les gustó el largo plazo, ¿no? ¿No se les ocurrió poner retenciones a las «benditas maquinitas»?
Ahora le sacan las retenciones al trigo. Tarde: ya se vendieron 15 millones de toneladas con ese «modelo confiscatorio». Queda un millón por vender. Gracias por su caridad.
Tranquilíceme: ¿dentro de 10 años la Argentina será Chile, Suecia, Australia, o Venezuela o Cuba?
¿Dónde están los 800.000 dólares de la valija venezolana? ¿Eran para usted o tengo que esperar a la jueza norteamericana?
¿No la canso? ¿Me podría decir si es verdad que en estas confiscaciones, perdón, retenciones, las provincias aportarán 10.200 millones de dólares, sí, dólares, y que ni un verde de esa recaudación se distribuirá automáticamente a ninguno de esos gobiernos?
Señora, somos un país federal, entregue la «caja». Su compañero de banca, y queridísimo amigo, el millonario aceitero, Roberto Urquía, está en contra. Le pidió que termine con las retenciones. ¿Ya lo tiene en la lista de enemigos?
¿Sabe que sólo un Congreso puede crear impuestos?
Usted, que combate tanto a los evasores, ¿está inscripta en la AFIP como monotributista? No me lo niegue; tengo la copia.
¡Qué vergüenza, presidenta!: en Roma, Berlusconi acaba de anunciar que en la Argentina fabricaron 150.000 sobres de más para las elecciones del domingo. Hasta a los italianos les queremos meter la mula.
Señora «Pristina» Fernández de Kirchner, quédese con las retenciones, devuélvanos la República. En la República, no hay retenciones.
Bernardo Neustadt
Posdata: El Grupo Quebracho intentó agredir a Mario Vargas Llosa en Rosario. José María Aznar, que también estaba en la Fundación Libertad, me preguntó irónicamente: «¿Así viven aquí?».
El gran escritor peruano nos contó: «Tenía que dar una conferencia en Nueva Zelanda y, cuando me dirigía al salón, vi una multitud que hacía cola. Casi me emocioné. Entré y había mitad de sala. Pregunté por la gente que estaba afuera:
-Están comprando la edición del Presupuesto nacional que se votó ayer en el Parlamento.
-V.Ll: Y para qué? -Para ver si lo cumplen».
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